
1) Procura escoger un producto capilar sin fragancia. Los que llevan añadido perfume siempre tienden a resecar el cabello, que es lo que menos te conviene a la vuelta del verano.
2) Procura que tus productos estén elaborados con ingredientes capaces de absorber los rayos UV, los que más dañan el cabello incluso en invierno.
3) Antes de comprar cualquier producto capilar, ten muy claro cuál es tu tipo de cabello y escoge productos de acuerdo con la condición de tu pelo: si es graso, seco, con caspa...
4) Usa el champú dos veces. La primera, aplica una buena cantidad y frota enérgicamente con las yemas de los dedos para eliminar los restos de grasa, polución y productos cosméticos utilizados.
La segunda, bastará con una pequeña cantidad, que será la que realmente limpie el pelo, desde el cuero cabelludo hasta las puntas.

Eso sí, úsalo sólo en la parte del pelo donde sea necesario. Si sólo tienes secas las puntas no hace falta que lo apliques por las raíces, así no engrasarás tu pelo innecesariamente.